Siempre ser proactivo es una obligación pero cuando debemos explicar un proyecto es mucho más que una obligación, es indispensable.
Debemos tener un plan de comunicación que nos muestre a quién debemos dirigir nuestro proyecto, localizaremos nuestro target.
Debemos comunicar, con insistencia pero sin agobiar, debemos informar de cada paso que demos, de cada ventaja que pueda tener nuestro cliente, tanto actual como futuro, deben estar al tanto de toda nuestra actividad.
Hoy en día existen diferentes medios para conseguir esos objetivos, no debemos renunciar a ninguno, todos ayudan, pero si insistir en los que veamos que obtenemos mejores resultados.
Muy pocos clientes vendrán a nosotros, debemos acercarnos y que sepan que estamos ahí, y explicarles las veces que sean nuestro proyecto y en lo que puede favorecerles y ayudarles.
La interactuación nos permitirá aprovechar cada comentario negativo o sugerencia para convertirlos en nuevas oportunidades de negocio para hacer crecer nuestro proyecto.
No hay que olvidar nuestros objetivos, pero tampoco los de nuestros clientes que son los que hemos de satisfacer.
Debemos crear equipos que compartan esa filosofía de la vida y del trabajo, nuestro proyecto ha de ser compartido por todos nuestros colaboradores.

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